Encender una computadora, iluminar nuestra
casa o mantener frescos los alimentos son acciones cotidianas que las podemos
hacer gracias a la energía eléctrica.
Dicha forma de energía es la más empleada por el ser humano en su rutina
diaria. Hoy en día, los transportes, supermercados, empresas, industrias y la
mayor parte de los hogares del mundo dependen del suministro de energía
eléctrica. Sin embargo, satisfacer esta demanda global está
comenzando a pasar factura al medioambiente del
planeta. La generación de energía eléctrica se sigue obteniendo, en gran
medida, por la quema de combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón). Esta
combustión está expulsando a la atmósfera gases contaminantes, como el dióxido
de carbono, el cual es considerado por muchos científicos como el responsable
del recalentamiento de la Tierra.
Sin
embargo a pesar de escuchar acerca de la importancia de ahorrar energía
eléctrica, en muchos de nuestros hogares seguimos desperdiciándola contribuyendo de esta manera a aumentar la
cantidad de recursos que se utilizan para producirla y afectamos también la
economía de nuestros hogares puesto que a mayor cantidad de energía consumida mayor
es el costo que hay que pagar por ella. Quizá en ello tenga mucho que ver el
desconocimiento de cuáles son las consecuencias del consumo excesivo de este
tipo de energía, o que aun cuando somos consciente de ello no sabemos cómo medirnos
en su empleo.
Te
gustaría saber realmente ¿cómo ahorrar energía eléctrica? ¿Hasta cuanta energía
se podría ahorrar en tu hogar? ¿Y cuánta
energía podríamos ahorrar si sumáramos esfuerzos en todos los hogares de la
escuela?